Este trabajo se ha basado en las relaciones suelo-planta, y ha analizado la influencia de los programa de forestación sobre la biodiversidad a escala de paisaje.
Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado técnicas
de forestación de tierras agrarias basadas en las relaciones suelo-planta, que
mejoran notablemente la supervivencia y desarrollo de las plántulas en
ambientes mediterráneos. Su trabajo permitirá garantizar el éxito del programa
de forestación de tierras agrarias de la Política Agrícola
Común (PAC) de la Unión
Europea.
Esta investigación ha evaluado el efecto de diferentes
técnicas de preparación del suelo y tratamientos posteriores a la plantación
sobre la supervivencia y desarrollo de forestaciones realizadas en tierras
agrarias desde el punto de vista de las relaciones suelo-planta, así como
analizar la influencia del programa de forestación sobre la biodiversidad a
escala de paisaje.
Este trabajo ha sido llevado a cabo por Mª Noelia Jiménez
Morales, del Departamento de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de
Granada, en colaboración con el Grupo de Sistemas y Recursos Forestales del
Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y
de la Producción
Ecológica (IFAPA, Junta de Andalucía), y dirigido por los
doctores Emilia Fernández Ondoño, Francisco Bruno Navarro Reyes y Mª Ángeles
Ripoll Morales.
Forestación de tierras agrarias
Como explica su autora, la forestación de tierras agrarias
ofrece interesantes oportunidades para restaurar paisajes forestales en áreas
degradadas, como resultado del abandono y el éxodo rural. A comienzos de los
años 90, la
Comunidad Económica Europea estableció un régimen comunitario
de ayudas a las medidas forestales en la agricultura. Sin embargo, y a pesar
del éxito de la aplicación de este programa de forestación en España (con la
reconversión de unas 685.000
ha para el período 1994-2006), éste se ha llevado a
cabo en la mayoría de los casos sin criterios técnicos, territoriales ni
ambientales.
Así, para desarrollar este trabajo se llevaron a cabo
diversos diseños experimentales, la mayoría en cultivos agrícolas abandonados
pertenecientes a la finca de experimentación denominada Cortijos del Conejo y
Becerra (Guadix, Granada). En general, se trata de un área de termotipo
mesomediterráneo superior y de ombrotipo seco-semiárido, dedicada al cultivo de
cereal y a la ganadería extensiva durante siglos, hasta su abandono en 1993.
Ordenación del territorio
Vistos sus resultados, los investigadores de la UGR y del IFAPA proponen que
las forestaciones sean previamente planificadas siguiendo un proceso de
ordenación del territorio, que si bien no puede ser generalizado para todos los
países europeos, sí se podría aplicar a los países mediterráneos. Así,
proponen forestar con bajas densidades de plantación (300-500
pies/ha) para permitir el proceso de colonización y sucesión de la vegetación
autóctona; priorizar las forestaciones de tierras agrarias próximas a bosques o
matorrales autóctonos que proporcionan fuentes de semillas y aceleran los
procesos de sucesión vegetal, y que los planes de forestación se apliquen
fundamentalmente a tierras de cultivo en activo, ya que su transformación
provoca un mayor incremento en términos de diversidad de especies.
La investigación realizada en la UGR aporta nuevos datos
científicos acerca de la idoneidad de diferentes técnicas de forestación de
tierras agrarias en áreas mediterráneas, y ha aportado nuevas medidas para la
planificación del programa de forestación a escala regional.
Los resultados obtenidos en esta investigación pueden ser
extrapolados a otras zonas de la Región Mediterránea que presenten
características ecológicas similares, afirma Jiménez Morales. Parte de los
resultados de este trabajo han sido publicados en revistas científicas
especializadas como Annals of Forest Science.