Ha sido elaborado por una panadería de un pueblo de Málaga
El pan artesano más grande del mundo, que aspira a entrar en el Libro Guinness de los Récords, fue elaborad por una panadería de un pueblo de Málaga, que ha tenido que recurrir al horno de un tejar de ladrillos para cocer la pieza de 10 metros de largo, unos 60 centímetros de ancho y más de 250 kilos.
Juan Manuel Moreno, gerente de la panadería Pan Piña de Algatocín, ha sido el artífice de esta obra, que se suma a otros logros de esta empresa, como el pan más caro del mundo, hecho con oro comestible, o el más grande de España, presentado en el último Salón Gourmet de Madrid. Ese pan era de 3,78 metros y pesaba 125 kilos, pero para preparar el de hoy, Moreno ha tenido que usar el tejar de la empresa Antonio Gordo de Vélez-Málaga, dedicada a la producción artesanal de ladrillos y tejas rústicas, en cuyo horno de 40 metros de largo por 2,75 de ancho se ha cocido este gigante de harina.
Pero la de la fábrica de ladrillos no ha sido la única colaboración que ha precisado este artesano del pan, ya que tanto para introducir la masa en el horno como para sacarla una vez cocida, ha contado con la ayuda de los bomberos del Consorcio Provincial, que han empleado trajes ignífugos para realizar la operación.
Moreno ha explicado que en las últimas tres semanas ha estado haciendo pruebas y adaptando el interior del horno a lo que necesitaba, así como realizando simulacros con los bomberos para saber el tiempo exacto en el que se podía llevar a cabo la entrada y la salida del horno, que estaba a unos 240 grados. "Los bomberos han desempeñado un trabajo impresionante y han conseguido introducir el pan en un minuto, cuando en los entrenamientos lo habíamos hecho en minuto y medio", ha declarado el panadero. Ha asegurado que el principal motivo que le ha llevado a realizar este reto ha sido reivindicar el pan artesano, "hecho sin prisa y sin química, con harina de primera calidad".
"Lo que queríamos era reivindicar la salud, que es muy importante, porque somos lo que comemos, y si no comemos calidad no vamos a tener una vida tan agradable y duradera", ha indicado este panadero, que ha criticado "la gran cantidad de química" que se emplea en la mayor parte del pan que se consume actualmente. Moreno ha utilizado 200 kilos de harina, 100 litros de agua, 1,5 kilos de levadura, 5 kilos de sal y 15 de masa madre, que se han introducido en tres amasadoras industriales.
Ha tenido la ayuda de profesionales de diferentes panaderías de la provincia de Málaga para extraer la masa de las máquinas y con esta materia prima, ha hecho una barra de 10 metros de longitud, que se ha dejado una hora en reposo para que fermentase y que posteriormente, se ha introducido en el horno por parte de los bomberos. Tras varias horas de cocción, Moreno ha quedado muy satisfecho con el resultado, y ha indicado que es la prueba de se puede hacer "un buen pan si se quiere, ya que sólo hay que buscar los medios para ello".
La maniobra más complicada ha sido precisamente la de la extracción de la barra del horno, ya que los bomberos han tenido que efectuar hasta dos intentos para sacar la pieza, puesto que en el primero ha saltado la alarma de sus equipos indicándoles que debían abandonar la estructura, que estaba aún a unos 200 grados.
El pan reposño durante toda la noche en Vélez-Málaga y será trasladado en un camión hasta Málaga capital, donde está previsto que en la plaza de la Marina, a partir de las 10.30 horas, se realice su pesaje y validación para conseguir que entre en el Libro Guinnes de los Récords. La inmensa barra podrá ser degustada por los vecinos y también se repartirá entre varios colectivos y asociaciones benéficas. Para la realización de este pan, panadería Pan Piña ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Vélez-Málaga y la Diputación Provincial, a través de su marca "Sabor a Málaga", destinada a la promoción de los productos gastronómicos malagueños.
