Se están detectando precios anormalmente bajos en los lineales, lo que podría implicar una "venta a pérdidas"
Los industriales envasadores de aceites de oliva y las organizaciones agrarias piden que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente convoque con urgencia la mesa de seguimiento del convenio de colaboración que perseguía acabar con las prácticas desleales en la cadena.
Ambos eslabones de la cadena detectan precios anormalmente bajos en los lineales, lo que podría implicar una "venta a pérdidas", práctica prohibida que los agricultores ya han denunciado a la Agencia de información y control alimentarios (AICA). En enero de 2014 se firmaba, con la moderación del Ministerio y de su entonces titular Miguel Arias Cañete, el convenio de colaboración para la valorización y la mejora de la calidad, de la promoción y de la información al consumidor. En la misma mesa, rubricaron el acuerdo las cadenas de distribución ACES, Anged y Asedas, los industriales Anierac, Asoliva e Infaoliva, las Cooperativas Agro-alimentarias y Asaja, COAG y UPA.
Productores y envasadores reclaman a la Administración que sea garante de una nueva etapa en las relaciones comerciales, aunque reconocen los avances en transparencia ganados con la última ley de mejora de la cadena y con la creación de la AICA, que ya está actuando.
Según la asociación que representa a los envasadores, Anierac, las principales cadenas de distribución "están acentuando una batalla comercial" en la que, junto a otros alimentos, destaca a su juicio la utilización de los precios del aceite de oliva. "Se están viendo precios de venta al público anormalmente bajos en los folletos, en las páginas webs y directamente en los lineales que resultan inexplicables si se contrastan con los precios que se han dado en origen en los últimos meses", según Anierac, que pide vigilancia y sanciones de las Administraciones para detectar si hay "ventas a pérdidas" prohibidas actualmente.
Las organizaciones agrarias llevan meses denunciando irregularidades en los puntos de venta, acusaciones en las que no quieren entrar desde las asociaciones de la distribución. Y es que, a pesar de que los precios en origen del virgen extra, por ejemplo, superan ampliamente los tres euros por kilo, no es difícil encontrar ofertas en los supermercados por mucho menos.
Los corredores salían a comprar ayer vírgenes extra picuales a partir de 3,20 euros/kg (en origen); vírgenes desde 2,86 y lampantes desde 2,73 euros, según datos de las almazaras de Infaoliva.
Por mercados de referencia, durante la primera semana de febrero se pagaban los vírgenes extra a 327,55 euros/100 kg en Badajoz; 307 en Ciudad Real; 321 en Córdoba; 321,60 en Jaén, 352,13 en Sevilla y 308 en Toledo, según el Ministerio.
POOLred recoge entre el 7 y el 13 de febrero transacciones entre almazaras y entidades comercializadoras por casi 4.000 toneladas, muy por debajo de las 9.700 operadas una semana antes, con precios ligeramente al alza para varias categorías del aceite. En concreto, los vírgenes extra cotizan en origen a 3,29 euros/kg (+0,64 %), los vírgenes a 2,94 (-0,57 %) y los lampantes a 2,74 euros, lo que supone un ligero ascenso del 0,07 %, precisa POOLred.
Según el último informe de análisis del Consejo Oleícola Internacional (COI), los precios en origen de los vírgenes extra en España, a partir del segundo semestre de 2014, han experimentado una subida constante. Tras romper la barrera de los 3 euros en la segunda semana de diciembre, han continuado al alza y se sitúan a finales de enero de 2015 en 3,28 euros por kilo, un +60 % respecto al mismo periodo del año anterior, indica el organismo.
En el caso de Italia, los precios en origen de sus vírgenes extra han mantenido una tendencia muy alcista durante los últimos meses; en la semana del 10 al 16 de noviembre, alcanzaron el valor máximo del periodo y de la última década con 6,79 euros por kilo. Tras un ligero descenso en la penúltima semana de diciembre, de nuevo los precios repuntan y a finales de enero 2015 se situaban ya en 6,03 euros por kilo, un +103 %.
A nivel agronómico, las últimas estimaciones de la actual cosecha confirman que será bastante baja; la Junta de Andalucía acaba de rebajar en casi un 6 % la producción estimada en su aforo de octubre, que hablaba en aquellos momentos de 643.000 toneladas.
