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Las empresas amparadas por las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) 'Caballa y Melva de Andalucía' han cerrado 2014 con una facturación superior a los 22 millones de euros debido principalmente al mantenimiento de la producción y los precios en la presente campaña.

El secretario general del Consejo Regulador de las IGP, Manuel Becerra, ha indicado que se trata de cifras similares a la del pasado año, si bien, ha caído un poco la facturación por la melva que supone en torno a un 30 por ciento, descenso que se ha compensado con un incremento en la facturación por la caballa. Esto significa que las empresas produjeron durante 2014 alrededor de 1.500 toneladas de conserva de caballa y unas 500 de melva.

Estos datos ponen de manifiesto, según Becerra que en 2014 "ha habido un mantenimiento", después del "ligero ascenso" experimentado en 2013, un año que estuvo precedido por varios años consecutivos de bajadas que comenzaron en 2008 cuando se produjo "un descenso muy marcado".

Para este 2015, ya, apenas un mes y medio después de su inicio, "se observa una mejoría a pesar de que tenemos un 'handicap' en contra que es el hecho de que el pasado verano hubo muy poca melva; hasta noviembre hemos ido tirando con las que había en reserva pero ahora vamos a tener dificultades para abastecer al mercado", ha dicho. "Lo que ampara el Consejo Regulador sí que es melva, lo que otros estén haciendo no lo sé, lo que sé es que es muy difícil de entender que esté llegando la mercado melva envasada a un euro o euro y pico cuando el pescado ya de por sí sale a 0,90", ha dicho.

Aunque las previsiones no son halagüeñas, desde el Consejo de espera con impaciencia la llegada de agosto para ver "si este año nos quiere visitar la especie y esas previsiones positivas para este año son aún mayores".

El Consejo Regulador (CR) de las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) 'Caballa y Melva de Andalucía' fue creado en abril de 2009 y actualmente aglutina a cuatro empresas y más de una decena de marcas en las localidades de Ayamonte e Isla Cristina (Huelva) y en Tarifa (Cádiz). En total, da empleo a alrededor de 1.000-1.200 personas durante la campaña de ambas especies (mayo-noviembre), de las que más del 90 por ciento son mujeres.