Después de un primer libro publicado en 1987 que reunía las alrededor de 150 especies contabilizadas entonces en el Parque, la incorporación de nuevos ejemplares, especialmente en la remodelación que concluyó en 2007, aconsejaba esta nueva edición
El Parque de Málaga reúne en sus poco más de tres hectáreas la mayor diversidad de flora tropical y subtropical entre los parques públicos españoles, y a nivel internacional es difícil encontrar espacios de la misma riqueza, como revela un libro.
La historia de este espacio se remonta a los últimos años del siglo XIX, cuando por orden de la reina María Cristina se comenzaron a plantar las especies sobre los terrenos ganados al mar gracias a la construcción de tres nuevos muelles en el cercano puerto, ha explicado a Efe Alfredo Asensi, coautor junto a Blanca Díez Garretas de "El Parque de Málaga, un ejemplo de biodiversidad".
Después de un primer libro publicado en 1987 que reunía las alrededor de 150 especies contabilizadas entonces en el Parque, la incorporación de nuevos ejemplares, especialmente en la remodelación que concluyó en 2007, aconsejaba esta nueva edición, en la que se han duplicado las variedades existentes. "Hay unas 360 especies, contando sólo las que permanecen de forma estable y sin contar las plantas de estación", ha apuntado Asensi, que ha resaltado además el valor de algunas "que han sido incluidas en la lista roja por estar en peligro de extinción y requieren un cuidado especial".
En su origen, las plantas llegaron al Parque de Málaga de viveros españoles, pero también de Europa y América, ya que jugó un papel fundamental el gran intercambio comercial que experimentaba el puerto malagueño, en aquel momento uno de los más importantes del país.
La mayor amenaza a estas especies exóticas se produjo en los años 60 del pasado siglo, cuando se celebraba en el Parque la Feria de Agosto de la capital malagueña, con las casetas instaladas dentro de los jardines, "y se hicieron auténticas barbaridades", según Asensi.
Entre las rarezas que se pueden encontrar, el coautor ha citado la Pimienta de Tabasco, que curiosamente es llamada "la Malagueta" en su país de origen, Guinea Ecuatorial, por los lugareños, y que es difícil hallar en el resto de España.
También destacan, por sus dimensiones, algunas ceibas muy antiguas, el podocarpus, encinas, robles o ejemplares de grevillea o taxodium, algunos de ellos supervivientes desde la creación del Parque en torno a 1900.
El libro presenta cada planta acompañada de una descripción, con fotos de detalle de las hojas, el árbol y la flor, información sobre su distribución mundial y un plano con los lugares del Parque donde se encuentra, además de un glosario y un apartado de bibliografía. "Esta riqueza botánica no la valora la gente de la ciudad, y la valoran mucho más los extranjeros que visitan el Parque", ha señalado Asensi, que espera que el libro sirva para dar a conocer esta diversidad a los habituales de este espacio natural.