Todo apunta a que España reservará el 13,5 % de todas las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) -tras la última reforma aprobada para el período 2014-2020
El vicepresidente de la Confederación Nacional de Cultivadores de Remolacha y Caña Azucareras (Cncra), José Manuel Díez Pemartín, confía en que los agricultores puedan mantener las ayudas acopladas, es decir, vinculadas a la producción.
Díez Pemartín ha afirmado que el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, mostraba en la reunión con representantes de Asaja, COAG y UPA; ACOR, Azucarera y Cncra su "compromiso" con una de las principales demandas de los cultivadores para garantizar la rentabilidad y evitar que se abandonen las siembras.
Según Pemartín, todo apunta a que España reservará el 13,5 % de todas las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) -tras la última reforma aprobada para el período 2014-2020-, a sufragar este tipo de ayudas para asegurar la viabilidad de sectores que de otra manera entrarían en riesgo, como ocurre con algunas ganaderías. Sin embargo, ha precisado que en la reunión de ayer los responsables del Ministerio no concretaron los montantes posibles para estas ayudas vinculadas a la producción -y no a la superficie como ocurrirá con otros sectores-. De momento, los remolacheros reciben unos 7 euros por tonelada de esa subvención "acoplada" de la Unión Europea, ha recordado.
Pemartín ha reclamado una ayuda específica vinculada a la necesidad de producir para la remolacha de siembra otoñal -la de Andalucía, tanto de secano como en regadío-, por sus dificultades específicas.
Antes de la reunión las organizaciones agrarias mostraban su inquietud por el futuro del sector por la falta de rentabilidad y la incertidumbre sobre qué pasará de cara a la próxima desaparición de las cuotas de azúcar.
Recordaban que en la campaña 2014-2015 desaparecería la ayuda acoplada que se venía pagando por la reestructuración y que no se sabía qué pasará con los pagos adicionales por calidad (artículo 68), a lo que se suma la desaparición de los apoyos "agroambientales" de las comunidades autónomas.
Según datos del sector agrario, desde 2006 han caído los precios de 47 euros por tonelada a 37-39 en la última campaña, mientras que a partir de la 2014-2015, se pagaría a 25,5 euros si no se adoptaban nuevas medidas de apoyo, lo que contrasta con el alto coste de los insumos como el gasóleo, insecticidas o los fertilizantes.