Dimas Rizzo, ha mostrado su preocupación por la negociación de presupuesto de la Unión Europea, del que dependerá el cheque de la Política Agrícola Común (PAC) para el sector algodonero.
El presidente ejecutivo de la Asociación española de Desmotadoras (AEDA), Dimas Rizzo, ha mostrado su preocupación por la negociación de presupuesto de la Unión Europea, del que dependerá el cheque de la Política Agrícola Común (PAC), porque el sector "no puede vivir" sin ese apoyo comunitario.
Así lo ha explicado Rizzo en una entrevista en la que anticipa una "lucha encarnizada" durante la cumbre prevista en Bruselas entre los jefes de Estado y de Gobierno de los 27, debido a la presión de los países contribuyentes netos al presupuesto comunitario, partidarios de los recortes para el nuevo marco plurianual 2014-2020. "Estamos muy preocupados por lo que vaya a afectar a la Política Agraria Común y, específicamente, en el caso del algodón", ha añadido.
A su juicio, el sector necesita "la inyección" económica que reciben los agricultores a través de la ayudas "acopladas" -o vinculadas a la producción-, unos 67 millones de euros anuales.
Rizzo fue embajador español ante la Unión Europea, ocupó puestos de responsabilidad en la Consejería de Agricultura andaluza y ha vivido de cerca reformas de calado, como la que obligó a la reestructuración y cierre de buena parte de las industrias desmotadoras.
Según su experiencia, ha augurado, la negociación será tan "complicada" que los 27 no llegarán a acuerdos en la cumbre de esta semana, por lo que se retrasará la decisión sobre los presupuestos, quizás hasta el mes de diciembre.
Sobre los apoyos al cultivo, la UE establece esta ayuda comunitaria en 1.400 euros por hectárea para un máximo de 48.000 hectáreas como superficie máxima subvencionable, un techo a partir del cual se aplican reducciones proporcionales en los pagos en función de cuánto se "sobrepasen" las siembras, lo que ocurre habitualmente, ha recordado.
El algodón, ha subrayado, formó parte "fundamental" del protocolo de adhesión de España a la UE. Las desmotadoras se benefician de un plan o fondo de reestructuración para ocho años de duración -actualmente es el tercer ejercicio; quedan cinco más-, dotado con 48 millones de euros para todo el período y al que recurren las industrias que quieran dejar la actividad de forma voluntaria.
Rizzo -quien asumió la presidencia ejecutiva de AEDA en sustitución de Manuel Vílchez a principios de septiembre- ha reiterado que el seguimiento de las negociaciones del marco presupuestario europeo y del futuro de la PAC serán algunas de sus principales prioridades.
Ha abogado por apoyar a la Administración central y andaluza -donde se concentra casi todo el cultivo- para defender en las negociaciones a la agricultura y especialmente al algodón, como "sector clave" para el campo.
Otro de sus retos, según Rizzo, será "poner en valor" las relaciones entre los eslabones de la cadena al ser "muy interdependientes", ya que las desmotadoras "no pueden vivir" sin la producción de los agricultores, de igual modo que el algodón "no tendría valor comercial" sin la transformación de estas factorías.
Ha defendido el papel que puede jugar el algodón, junto a otros productos agrícolas, para buscar salidas a la crisis económica, dado su eminente carácter exportador (el 90 % de la producción nacional se vende fuera España).
España producirá esta campaña alrededor de 170.000 toneladas a partir de 69.000 hectáreas de siembra, según las previsiones de las desmotadoras.
