Los servicios de la CE deberán trabajar con premura para conseguir que Marruecos suscriba la prórroga.
Los países de la Unión Europea (UE)
autorizaron la negociación urgente de una prórroga por un año del
acuerdo pesquero actual con Marruecos, que supone cien licencias para
la flota española y expira en unos siete días.
El Consejo de
Agricultura y Pesca de la UE ratificó el permiso o "mandato" a la
Comisión Europea (CE) para entablar rápidamente conversaciones con
Rabat, con vistas a extender el convenio pesquero en los términos
actuales, ya que es la solución más viable ante su inminente caducidad,
el próximo día 27. Suecia, Dinamarca y el Reino Unido votaron en contra, mientras que Alemania y Finlandia se abstuvieron.
De esta forma, los servicios de la CE deberán trabajar con premura para
conseguir que Marruecos suscriba la prórroga y se garantice la
continuidad de los barcos españoles que faenan en sus aguas, sobre todo
de Andalucía y de Canarias.
La ministra española de Asuntos
Exteriores, Trinidad Jiménez, manifestó, en rueda de prensa, que la
posibilidad de esa prolongación es una "buena noticia" para los
pescadores españoles.
Asimismo, Jiménez añadió que si hace
cuatro años no hubo informes jurídicos que pusieran reparos al arreglo
"¿por qué los va a haber ahora?".
Por su parte, el secretario
de Estado del Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, remarcó que por el
momento "no ha habido dilación", aunque reconoció que los "tiempos son
ajustados" ante los plazos de vigencia del protocolo actual del acuerdo.
Puxeu, que lideró la delegación española en el Consejo de Agricultura
de la UE, declaró que ahora corresponderá a la CE efectuar los
"movimientos adecuados" para que no haya ningún problema y no se
interrumpa la actividad de los barcos a los que concierne el arreglo.
La CE va a tratar de buscar las opciones jurídicas que hay para que
haya continuidad y no tengan que abandonar los barcos europeos el
caladero.
La prórroga, que solicitó también España, es para
Bruselas la solución más factible ante las dificultades que han
trascendido en los últimos meses y las incógnitas sobre la renovación
del pacto, sobre todo por el problema del Sahara.
La
autorización aprobada para negociar la prórroga está sujeta a dos
condiciones: un examen de la situación de los recursos pesqueros en el
caladero marroquí y el impacto regional del arreglo.
El acuerdo
con Marruecos es el que tiene más importancia política para la UE,
dentro de los convenios bilaterales en materia pesquera.
En los
términos actuales, ofrece 119 licencias a la flota europea, más una
cuota adicional para especies como la anchoa, caballa o arenque que
situarían en 138 el número de embarcaciones beneficiadas.
Los
navíos españoles cuentan con un centenar de permisos, aunque no se
utilizan todos, y se ven favorecidos sobre todo barcos con puerto en
Andalucía y Canarias.
A cambio, la UE paga al año 36,1 millones
de euros al país magrebí, una parte para su sector y otra para medidas
de desarrollo
En los últimos meses, ha estado en el aire la continuidad del convenio por las diferencias respecto al Sahara occidental.
La comisaria europea de Pesca, María Damanaki, puso a Rabat como
condición indispensable para su renovación el envío de datos que
acreditaran que el pacto y su contrapartida financiera estaban
beneficiando al pueblo saharaui.
Por su parte, el consejero de
Agricultura gallego, Samuel Juárez, lamentó, en declaraciones durante
el Consejo, que el "mandato" a la CE mantenga las mismas condiciones
que las que europeos y marroquíes establecieron hace cuatro años,
porque de esa manera "excluyen" en la práctica a la flota de Galicia.