La carne de pollo supone en España un 4,1% de la producción final agraria, con una facturación superior a los 1.700 millones de euros, representa, además, el 20% de la carne producida, siendo la segunda carne más consumida en España.
El Director General de Recursos Agrícolas y Ganaderos del
MARM, Carlos Escribano, ha clausurado en Valencia la I edición del Congreso Anual de
Avicultura de la Carne
de Pollo, organizado por la Asociación
Interprofesional del sector, Propollo.
En su intervención Carlos Escribano ha repasado cuestiones
fundamentales para el futuro del sector, como la organización productiva y la
cohesión sectorial; así como las iniciativas de información a los consumidores
acerca de las características diferenciales del modelo agrario europeo,
presentes en las nuevas prioridades de desarrollo de la normativa comunitaria
con el objetivo de fortalecer la consolidación de este modelo como apuesta de
futuro de la competitividad de la producción agroalimentaria europea.
Durante el Congreso también se han abordado algunos de los
retos fundamentales del sector, incluyendo la seguridad alimentaria, la
trazabilidad o el bienestar animal; haciendo especial hincapié en cómo
transmitir el esfuerzo asumido en dichos ámbitos a través de la mejora de la
información al consumidor, mediante instrumentos como el etiquetado y la
promoción.
También se ha analizado el nuevo marco de comercialización
aprobado por la Unión
Europea a través del cual se favorece la competitividad de
España en el mercado comunitario, ya que el Reglamento clarifica que los
productos cárnicos deben ser de carne fresca y no congelada, siendo
precisamente así la estructura productiva española a diferencia del resto de
países comunitarios.
De acuerdo con las estadísticas los datos de la carne de
pollo en España sitúan a este producto en un 4,1% de la producción final agraria,
con una facturación superior a los 1.700 millones de euros; y representa,
además, el 20% de la carne producida, siendo la segunda carne más consumida en
España.
La importancia de este sector, además de comercial, se debe
a su presencia gastronómica en la sociedad española, ya que por sus
aportaciones nutricionales y su buena presentación comercial es apta para todos
los grupos de población y todas las edades, presentando un perfil ideal para
consolidar esta posición en el mercado nacional y comunitario.