Estas son algunas de las conclusiones extraídas de las jornadas técnicas celebradas en el marco del 'Arráez Sotarráez IX Encuentro de Capitanes de Almadraba'.
La adaptación del atún
a los cambios climatológicos será fundamental para determinar la
supervivencia de la especie en un futuro, según sostiene Jesús
Morales, doctor en Biología del Instituto Andaluz de Investigación y
Formación Agraria y Pesquera (Ifapa).
Morales ha impartido la conferencia 'El cambio climático y sus
posibles efectos sobre la pesca del atún rojo' de las jornadas
técnicas celebradas en el marco del 'Arráez Sotarráez IX Encuentro
de Capitanes de Almadraba', que se desarrolla en Isla Cristina
(Huelva) y en el que participan expertos en atunes y capitanes de
almadraba de Marruecos, Portugal, España y Japón.
El doctor en Biología ha explicado que es el viento paralelo a la
costa el que produce el afloramiento costero necesario para
ocasionar un enriquecimiento en nutrientes de las aguas
superficiales posibilitando el crecimiento del fitoplancton y
zooplancton necesario para la alimentación del atún con especies
como sardinas, boquerones, caballas o calamares.
Entre los factores ambientales que afectan a la producción de
fitoplancton se encuentran los afloramientos costeros, descargas
fluviales y la lluvia.
En este punto, ha precisado que lo que se ha venido a llamar
cambio climático se caracteriza por eventos extremos de sequía o
lluvia. "Si llueve mucho hay muchas descargas fluviales, lo que se
traduce en mucha turbidez y aunque haya mucho fitoplancton no va a
entrar a comer porque el atún no ve bien y se aleja de las aguas
turbias".
Además, ha indicado que el ochenta por ciento de la migración de
esta especie se concentra en aguas de entre 17,7 y 18,9 grados "sólo
se saldrá de ahí si no hay comida, por tanto si hay calentamiento
tendrán que salir a buscar aguas más frías y por tanto alejarse de
la costa viéndose afectadas por tanto la pesca en almadraba y la de
cerco".
Ante esta nueva situación, ha apuntado Morales, la supervivencia
dependerá de su capacidad de adaptación a los cambios climáticos,
por tanto "habrá que ver si el atún busca las condiciones más
favorables".
Estas nuevas condiciones no les afectarán porque se desplazarán
hacia zonas que continuarán siendo idóneas para ellos, o por contra,
buscan regresar a su hogar natal, decisión ésta que implicaría
volver a zonas que ahora presentarían condiciones no favorables,
modificadas, "que les llevarían a la muerte".
Al margen del cambio climático, el doctor ha apuntado que para
asegurar la supervivencia de la especie habría que regular también
la sobrepesca, es decir, los más de 6.000 barcos autorizados en
España para la pesca de atún recreativa que, si bien han de capturar
y soltar, se estima que unas veinte toneladas anuales no son
devueltas.
Ante estos posibles efectos, la acuicultura, ha apuntado Morales,
se presenta como una alternativa de futuro si bien su desarrollo en
el tiempo aún es lejano.
El encuentro está organizado por la Sociedad de Amigos del Atún
'Thunnus Thynnus' y Amigos del Vino con la colaboración del
Ayuntamiento de Isla Cristina.