El pasado viernes esta empresa "ha presionado" a las autoridades sanitarias germanas para que le enseñasen los supuestos análisis que determinaban que sus pepinos estaban infectados.
Responsables de la cooperativa malagueña
Frunet, señalada en principio por autoridades sanitarias alemanas como
fuente de la infección por la bacteria intestinal "E.coli
enterohemorrágica", viajarán a Alemania, donde ofrecerán una
rueda de prensa el viernes para "salvar su imagen".
Tras
conocerse que los pepinos españoles no son el origen del foco
infeccioso, el gerente de Frunet, Antonio Labao, ha explicado que
acudirá a Alemania para defenderse "en el origen de las acusaciones".
Según Labao, el resultado de los análisis efectuados en Hamburgo
confirma lo que decía su empresa "desde el principio, que el origen del
brote no estaba en España".
Ha afirmado que desde el pasado
viernes, su empresa "ha presionado" a las autoridades sanitarias
germanas, a través del bufete de abogados que contrató en ese país,
para que le enseñasen los supuestos análisis que determinaban que sus
pepinos estaban infectados por la cepa virulenta del "E. coli" que ha
originado más de una decena de muertos.
"No sé si nuestra
presión ha tenido algo que ver, pero lo cierto es que hoy ha surgido
esta noticia, que contradice lo señalado inicialmente por Alemania", ha
añadido.
El gerente ha insistido en que era "un absurdo y muy extraño" culpar a España, "puesto que aquí nadie está contagiado"
Asimismo, ha precisado que el pasado fin de semana, una empresa alemana
realizó un chequeo integral de la mercancía y las instalaciones de
Frunet en Algarrobo (Málaga) y en más de veinte análisis "no apareció
rastro de la bacteria".
Por ello, Labao no tiene ninguna duda
de que los análisis que se están efectuando en el laboratorio de
referencia español para este tipo de incidencias, situado en Lugo,
también serán negativos.
El gerente ha asegurado que la
cooperativa está estudiando con sus abogados la posibilidad de
solicitar daños y perjuicios al Gobierno alemán, aunque "no todo se
paga con dinero, porque lo que importa también es el daño moral".
"La gente no se puede hacer una idea del daño que se nos ha hecho, no
se trata de algo simplemente económico, ya que ves caerse toda tu vida
en 24 horas e irse por el retrete quince años de trabajo", ha
argumentado.