De están estudiando varias posibilidades para intentar que se prorrogue el convenio pesquero.
La Comisión Europea (CE) y los representantes de la flota española
mostraron cierto optimismo sobre la continuidad del acuerdo
pesquero actual con Marruecos, que caduca a finales de febrero, después
de meses de incertidumbre y falta de avances sobre su renovación.
Desde la CE apuntaron en diversos foros que se están estudiando varias
posibilidades para intentar que se prorrogue el convenio pesquero y los
barcos comunitarios no tengan que abandonar el caladero marroquí.
Esto supone un cambio respecto a los mensajes de los últimos meses,
según los cuales no ha habido negociaciones oficiales entre europeos y
marroquíes para suscribir un nuevo convenio, por una dificultad
política importante: el problema del Sahara occidental.
La
comisaria europea de Pesca, María Damanaki, puso como condición
indispensable para renovarlo la presentación, por parte de Rabat, de
pruebas que demostraran que estaba beneficiando a los habitantes
saharauis; Marruecos no ofreció datos satisfactorios para Bruselas.
Pero en los últimos días, el Gobierno marroquí ha remitido
informaciones que la CE considera más completas, lo que hace más viable
pensar en una negociación de un nuevo protocolo, según explicaron fuentes europeas.
En estos momentos, "hay cierto
optimismo", aunque los servicios de Pesca de la CE están examinando las
opciones posibles, ya sea impulsar una prórroga transitoria del pacto
actual o conversaciones para un acuerdo nuevo, explicaron las fuentes.
La directora de Pesca de la CE, Lowri Evans, apuntó en el Parlamento
Europeo (PE) que dentro del Ejecutivo comunitario la opción que más
apoyos tiene es plantear una prolongación del pacto actual, con
carácter transitorio.
Bruselas hará una propuesta formal al
Consejo de ministros de la UE en los próximos días, con el fin de
impulsar la negociación con Rabat, pero el tiempo corre ya que el pacto
expira el día 27.
Damanaki debatió sobre este asunto en una
reunión con Confederación Española de Pesca (Cepesca) y a su término,
el secretario general de la organización, Javier Garat, hizo un balance
positivo y declaró que la CE espera "buenas noticias en una o dos
semanas", aunque sin precisar su alcance.
En cuanto a
Marruecos, Cepesca insiste en que tiene interés en que continúe el
protocolo y justifica esta opinión citando los resultados de una
reunión celebrada el pasado fin de semana en Rabat con pescadores
marroquíes, en la que hubo contactos con el Gobierno de ese país.
Pero también es conocido que Marruecos no va a aceptar excluir las
aguas saharauis de un nuevo protocolo pesquero y su malestar por las
alusiones a los derechos del Sahara en las tratativas en materia de
pesca.
Damanaki llegó a barajar la opción de impulsar un pacto
que no incluyera los caladeros saharauis, pero de entrada no contó con
apoyos suficientes dentro del equipo de la CE.
En el PE, Evans
sugirió que una prórroga del acuerdo sería una solución provisional
para ver cómo se aplica en referencia al Sahara.
Del lado
contrario, los eurodiputados Raül Romeva (ICV) y Guido Milana
(socialistas italianos) fueron más críticos y solicitaron que el
convenio excluya las aguas saharauis.
El acuerdo, considerado
el más importante en materia pesquera para la UE, ofrece licencias para
119 navíos europeos, de las que un centenar son españolas, si bien no
se están utilizando completamente; beneficia sobre todo a pescadores de
Andalucía y Canarias.
A cambio, la UE paga al año 36,1 millones
de euros al país norteafricano, una parte para su sector pesquero y
otra para medidas de desarrollo.
La flota europea volvió al
caladero marroquí en 2007, ocho años después de abandonarlo (1999) por
la ausencia de un compromiso con Rabat.