El "gusano cabezudo" afecta, sobre todo, a los frutales de hueso en áreas de montaña, aunque en los últimos años se ha extendido a las Vegas del Guadiana.
Investigadores del Centro La
Orden-Valdesequera han descubierto en el suelo un nematodo que actúa
contra el "gusano cabezudo" al que ocasiona enfermedades que permiten
combatir esta plaga, que afecta, sobre todo, a los frutales de hueso en
áreas de montaña, aunque en los últimos años se ha extendido a las Vegas
del Guadiana.
Éste es uno de los resultados del trabajo
"Investigación de métodos compatibles con la agricultura ecológica para
el control del gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis (Linnaeus 1758))",
financiado por el Fondo Europeo Feder, según ha informado el Gobierno
regional, del que depende el citado centro.
Los trabajos han
permitido además determinar que los adultos de "gusano cabezudo"
invernan principalmente en las ramas de los árboles y no refugiados en
el suelo como recogía tradicionalmente la bibliografía.
Según
reconoce el investigador responsable del proyecto, José del Moral, este
dato puede explicar por qué esta plaga se está generalizando también en
los frutales de hueso de las Vegas del Guadiana, que se secan por la
interrupción de la savia que provoca la larva al instalarse en la raíz o
el cuello del árbol.
Debido a que el insecto tiene forma de
larva en el suelo, y de adulto en la rama, los investigadores de La
Orden han orientado sus estudios contra estas dos fases del parásito.
En este sentido, se considera necesario eliminar al menos una de
estas dos formas del insecto para reducir la población global.
Para ello, se ha probado en laboratorio y bajo condiciones controladas
un tratamiento con piretrinas, que son extractos naturales de gran
eficacia, y que suponen una alternativa a los tratamientos de invierno
ya prohibidos.
En la actualidad, estos investigadores trabajan
en una tercera línea que pretende atacar la larva en su primera fase,
momento en el que busca la raíz en el interior del suelo.
Para
evitar que esto suceda, el equipo de José del Moral está llevando a
cabo los primeros ensayos en laboratorio utilizando el alpechín como
insecticida.
El alpechín es un derivado de la extracción del
aceite altamente tóxico, pero también una fuente importante de
fertilizantes porque tiene una gran cantidad de nutrientes; utilizado en
dosis adecuadas se metaboliza y actúa como abono, además de como un
insecticida natural.
Los resultados obtenidos hasta el momento
han demostrado que posee una eficacia insecticida muy alta contra esas
larvas que atraviesan el suelo para llegar a las raíces, aunque hay que
considerar que son resultados previos que habrá que confirmar.