A pesar de la reforma, los algodoneros han sembrado esta campaña 58.648 hectáreas, el 11,65 por ciento más que el año anterior.
Los algodoneros afrontan este mes la nueva campaña de
recolección, que se prolongará hasta mediados de noviembre, y que estará
marcada por el desmantelamiento o fusión de las desmotadoras, tras la reforma
del régimen de ayudas comunitarias a este cultivo aprobada en 2008, y por el
ataque de plagas.
A pesar de la reforma, los algodoneros han sembrado esta
campaña 58.648
hectáreas, el 11,65 por ciento más que el año anterior,
según las previsiones realizadas por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, con
datos de septiembre, pero un 21,57 por ciento menos que la media registrada en
el periodo 2004-2007.
En lo que respecta a la producción, la Consejería avanza una
cosecha de 78.047 toneladas de algodón en bruto (un 41,62 por ciento más que en
2008 pero un 67,23 inferior a la media del período 2004-2007), mientras que
agricultores y desmotadoras auguran entre 75.000 y 90.000 toneladas, en una
primera estimación provisional condicionada a la evolución de la meteorología.
El incremento de la producción, si se compara con los
resultados de 2008, obedece, según recuerdan las organizaciones agrarias, al
fuerte descenso sufrido en la cosecha de ese año debido a los ataques
generalizados de las plagas, problema que les sigue preocupando de cara a la
campaña que comienzan ahora.
Aunque los algodoneros se encuentran efectivamente en estos
momentos inmersos en la recolección, no dejan de estar pendientes de otros
cambios que afectan al sector, sobre todo, a aquellos que tienen que ver con la
reestructuración de las industrias desmotadoras -complejos que separan la fibra
de las semillas-, efectiva desde este año.
Las consecuencias que tendrá para el sector algodonero dicha
reestructuración, con una reducción de 27 a tan sólo ocho desmotadoras, concentradas
en Andalucía, y en la que destaca la fusión de seis cooperativas del Bajo
Guadalquivir, están por ver y habrá que esperar a valorar su incidencia tras
esta primera campaña.
Otro de los temas que deben afrontar los productores de
algodón es el de las plagas, problema que se ha complicado tras la aprobación
de la Comisión
Europea de una nueva reglamentación que prohíbe el uso de
numerosas materias activas, entre las que se encuentran fitosanitarios
utilizados habitualmente en este cultivo.
ASAJA, COAG y UPA coinciden en que estas limitaciones dejan
en una situación de "indefensión" a los productores para combatir
plagas comunes en el algodón como la heliothis o el gusano rosado.
En este sentido, el responsable de algodón de la Federación Andaluza
de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca), Jesús Valencia, puntualiza que la Administración debe
reconsiderar la utilización de algunas materias activas, ya que algunos
agricultores "no tienen producción que recolectar después de realizar
hasta siete tratamientos al cultivo".
Respecto a los resultados concretos que se prevén para la
presente campaña, el responsable técnico del sector de algodón de
Asaja-Sevilla, Emilio Gutiérrez, ha indicado que los rendimientos subirán desde
los 1.000 kilos de media del año pasado hasta los 1.400 ó 1.500 previstos para
ésta, es decir, un 40 por ciento más.
Fuentes de COAG han indicado que los agricultores reciben
una ayuda de 1.400 euros/ha para una Superficie Máxima Garantizada (SMG),
fijada por la UE
para España en 48.000
hectáreas, que se suman a las ayudas agroambientales
(350 euros/ha cada año); a los pagos adicionales por calidad (562 euros/ha, en
2008); y a las ayudas del pago único -desacopladas- (1.360 euros/ha, en 2008).
El responsable sectorial de UPA-Andalucía, Javier Fernández,
ha advertido de nuevas pérdidas porque España superará la superficie máxima, lo
que provocará una penalización del 20 por ciento en las ayudas, pasando de los
1.400 euros por hectárea potenciales a los 1.111 euros, y porque desmotadoras
"han pactado" un anticipo "a cuenta" que pagan al
agricultor "muy bajo", de 0,20 euros por kilo.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación de
Desmotadoras de Algodón (AEDA), Elena Sáez, ha alertado sobre la caída de
cosechas en algunas fincas, lo que ha atribuido a que, con el nuevo sistema de
subvenciones, "se da ayuda a los agricultores bajen o no los rendimientos,
y éstos optan por sembrar lo mínimo para obtener los ingresos de las
ayudas".
El algodón era considerado hasta la reforma comunitaria del
sistema de ayudas como el "oro blanco" en 140 municipios, sobre todo
del Bajo Guadalquivir, que dependían en más del 90% de las rentas del cultivo,
y que generaba 1,5 millones de jornales y 2.000 empleos en desmotadoras, sin
contar empresas auxiliares -agroquímicos, semillas o maquinaria- y de
servicios.