En las almazaras se almacenan actualmente unas 395.600 toneladas, mientras que las envasadoras, refinerías y operadores tienen en su poder otras 211.500 toneladas de aceite
Sube la tensión en el mercado en origen del aceite de oliva, que se enfrenta a un período de alta volatilidad, de caída del consumo tras los últimos encarecimientos e incluso de riesgos de posibles fraudes de operadores que no logran rentabilidad por la política de ventas agresivas de la distribución.
Así al menos se desprende de la información que manejan diferentes expertos, que parecen no mostrar preocupación, en cambio, por las bajas disponibilidades de aceite de oliva en el mercado, apenas 611.100 toneladas -un 42 % menos respecto a la media de las cuatro campañas anteriores-. ¿Faltarán suministros? En las almazaras se almacenan actualmente unas 395.600 toneladas, mientras que las envasadoras, refinerías y operadores tienen en su poder otras 211.500 toneladas del "oro líquido".
Desde Deoleo, la firma líder mundial del sector oleícola, auguran más estabilidad a partir de octubre próximo, pero, hasta entonces, parece que las fluctuaciones serán la tónica habitual. En la documentación aportada a sus accionistas esta semana, Deoleo afirma que los datos disponibles de existencias y salidas hacen prever un verano de 2015 "muy volátil". Sin embargo, la cosecha que se espera en los países productores del hemisferio sur traerá buenas noticias para los envasadores porque será récord, con unas 100.000 toneladas. El enlace será suficiente aunque la volatilidad de precios hasta octubre "será muy fuerte".
Para el año que viene, con las condicione meteorológicas actuales, en la compañía estiman una próxima campaña en España "buena", en torno a 1,3 millones de toneladas. "Esto, unido a una excelente primavera en Grecia y Túnez y una buena producción en Italia, hace anticipar que la última parte del año 2015 será más satisfactoria, con una normalización de valor de nuestra principal materia prima", argumenta la oleícola.
Más preocupante es el diagnóstico que Deoleo hace sobre el riesgo de que algún operador incurra en irregularidades en un escenario tan tensionado como el actual. Las ventas a pérdidas, que en su opinión se llevan a cabo en algunos momentos, y la presión "destructora" sobre los márgenes de la cadena alimentaria son -avisa Deoleo- "un incentivo al fraude". "Si un agricultor, envasador o distribuidor ve que, de manera sostenida, sus productos se venden por debajo de coste, en su necesidad de sobrevivir puede caer en la tentación del fraude", argumentan.
Irregularidades que podrían darse en el etiquetado, en un "menor llenado", "catas límite", mezclas con otros aceites vegetales -o de orujo con el refinado- o incluso en la adición de "desodorizado" al virgen extra.
En cuanto a la evolución de la comercialización y precios, los últimos datos de mercado disponibles confirman que el incremento de precios al consumidor -aunque no ha sido tan abultado como el ascenso que han sufrido en origen- ha afectado a la demanda. Un encarecimiento de la materia prima que se explica por la última cosecha corta, de tan solo 833.300 toneladas, el 53 % menos. En algunas plazas españolas los aceites de oliva se han revalorizado entre un 48 y un 80 % en el último año, unas subidas de cotizaciones que está impactando en las ventas, que se ralentizan.
El Sistema de información POOLred recoge compraventas entre almazaras y entidades comercializadoras de 23.037,95 toneladas en el último mes, comprendido del 29 de abril al 29 de mayo. La menor demanda de aceite de oliva ha provocado algunas correcciones a la baja en las cotizaciones en los últimos días, lo que se deja notar en España y países mediterráneos olivareros.
Las ventas del producto en España sumaron 276.700 toneladas en lo que va de campaña (de octubre de 2014 hasta el 30 de abril de 2015), lo que supone una caída del 20 % respecto a la anterior y las exportaciones -unas 521.700 toneladas- descendieron también el 15 %. La patronal de almazaras industriales Infaoliva informaba ayer que los corredores salían a comprar vírgenes extra desde 3,313 euros/kg; vírgenes desde 3,052 y lampantes a partir de 2,90 euros.
Mientras tanto, el Magrama recoge del 18 al 24 de mayo valores de 314,79 euros/100 kg para el oliva virgen, un 1,37 % más que una semana antes; 286,69 euros para el lampante (-1,85 %) y 126,86 euros para el de orujo crudo (-1,17 %), mientras que el girasol refinado repuntó el 0,85 %, hasta 88,50 euros/100 kg.
Por mercados de referencia, el virgen extra se paga a 352,50 euros/100 kg en Badajoz; 338 en Ciudad Real; 350 en Córdoba; 355,83 en Granada; 353,62 en Jaén; 364,60 en Málaga; 354,80 en Sevilla; 350 en Tarragona y 339 euros/100 kg en Toledo. En Italia, los vírgenes extra rondan los 5,84 euros/kilo; en Grecia oscilan entre 3,35 y 3,56 euros y en Túnez van de 3,38 a 3,63 euros/kilo.
