La producción de aceite de 2014 será de poco más de 300.000 toneladas, con respecto a las 464.000 del año anterior que divulgó el Instituto Nacional de Estadística de Italia (Istat)
La producción italiana de aceite de oliva, una de las más importantes del mundo, espera este año una reducción cercana al 35% a causa del clima, según explicó el responsable de comunicación del Instituto de Servicios para el Mercado Agrícola-Alimentario (Ismea), Nicola Lasorsa.
De acuerdo con un informe llevado a cabo por Ismea en base a los primeros datos de la recolección, la producción de aceite de 2014 será de poco más de 300.000 toneladas, con respecto a las 464.000 del año anterior que divulgó el Instituto Nacional de Estadística de Italia (Istat). "Si se confirman estas cifras, la de 2014 será la peor añada de la última década", afirmó el responsable de comunicación del instituto.
Asimismo, Lasorsa enfatizó que se trata de "una situación generalizada" en todo el país y recalcó que algunas de las regiones de la península disminuirán a la mitad su producción de aceite según las previsiones.
En términos económicos, el experto subrayó que esta escasez de aceite de oliva tiene obviamente una incidencia negativa en el precio de mercado del producto, que ha experimentado ya una subida sustancial. "Durante los 8 primeros meses del año los precios se habían mantenido estables, pero la tendencia al alza es inevitable con una producción tan escasa de aceite", puntualizó.
En esta línea, Lasorsa abundó que hasta agosto las exportaciones de aceite de oliva registraron una subida del 11 %, una tendencia que teme se pueda invertir en los próximos meses.
En cuanto a las causas de la escasez, Lasorsa apuntó a las anomalías del clima primaveral y al verano excepcionalmente lluvioso como motivos principales de la reducida producción de aceitunas de este año. "Además de la disminución en el número de olivas recogidas, la cantidad de aceite extraída es también muy inferior", aseguró Lasorsa.
En junio, la única verdadera oleada de calor provocó la desecación de las flores de los olivos, lo que comprometió la ulterior producción de aceitunas. Altas tasas de humedad, abundantes lluvias y poco sol fueron las adversas condiciones que tuvieron que afrontar las cosechas de aceitunas, además de las posteriores tormentas de granizo, y que favorecieron la aparición de enfermedades en los cultivos olivícolas.
En esta línea, el responsable de comunicación del instituto señaló que estas condiciones estivales fueron idóneas para la proliferación de la mosca del olivo, que ha supuesto un auténtico flagelo para numerosas áreas del país transalpino.
Del mismo modo, resaltó que las plagas que han azotado con virulencia las cosechas de aceitunas esta temporada no solo han afectado a la cantidad de aceitunas recogidas, sino también a la calidad del producto.
Desde un punto de vista territorial, Lasorsa recalcó que el instituto prevé una profunda reducción de la producción de aceite en toda Italia, con una especial incidencia en las regiones del sur, que albergan las principales cosechas de olivos del país. En la zona meridional, son las regiones de Abruzzo (centro) y Calabria (sur) las que Ismea espera que registren una mayor disminución en la producción, con una bajada respectiva del 45 % y del 40 %.
A pesar de haber experimentado también un descenso significativo en la producción, el informe de Ismea explica que serán las regiones de Puglia (sur) y Calabria las destinadas a sostener la industria del aceite de oliva en Italia, con 119.398 y 67.083 toneladas elaboradas respectivamente. En el análisis, el instituto sugiere que en caso de que las próximas semanas permitiesen una permanencia óptima de las aceitunas en los árboles, podrían corregirse estos datos y elaborar una previsión más favorable, si bien muchos aceituneros italianos ya han decidido no llevar a cabo la recolección.
