Besana Portal Agrario

Las desmotadoras -industrias que elaboran fibra de algodón, que venden a la industria textil- buscan un sello sostenible para diferenciar la materia prima española en el mercado internacional frente a las producciones obtenidas bajo condiciones de explotación o con mano de obra infantil.

En pleno debate internacional sobre las condiciones en las que se recoge el algodón en algunas naciones en desarrollo, el presidente de la Agrupación Española de Desmotadores de Algodón (AEDA), Manuel Vilchez, ha avanzado que el sector trabaja en la búsqueda de ese sello para la materia prima nacional.

Vilchez ha explicado que este "sello sostenible" garantizaría que el producto respeta los derechos humanos y el medio ambiente, y que no se ha utilizado mano de obra infantil.

Según ha detallado, el proyecto está todavía en fase inicial, pero estudian ahora si alguna certificadora podría realizar los controles que hagan posible el desarrollo de este sello y aplicarlo ya al algodón vendido en la inminente campaña -la recolección se inicia a finales de septiembre-.

En un primer momento, este sello no implicará que el algodón español sea mejor pagado por los operadores en los mercados de futuros.

Pero a largo plazo, ha afirmado, puede traer beneficios al sector nacional, puesto que cada vez serán más los países que exijan que la materia prima utilizada provenga de métodos de producción sostenible como el que se realiza actualmente en España.

Este año se han sembrado 67.500 hectáreas de algodón, casi todas en el Bajo Guadalquivir andaluz -unas 2.000 hectáreas más que el año anterior-, aunque también se cultivan algunas parcelas en Extremadura y Murcia.

Las siete desmotadoras españolas -firmas encargadas de separar la fibra de la semilla que entregan los agricultores y de secar y limpiar la fibra antes de compactarla en balas y venderla a la industria textil- facturan unos 130 millones de euros al año.

Sus compradores suelen ser comerciantes o intermediarios que los colocan en firmas textiles en países como China o Pakistán, aunque también hay salidas la fibra de algodón española en Marruecos, Portugal, Francia y el mercado nacional.