Para que un biocarburante pueda ser considerado como sostenible tiene que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 35 por ciento respecto al carburante fósil.
El Consejo de Ministros ha aprobado la
incorporación a la normativa española de los criterios europeos de
sostenibilidad de biocarburantes y biolíquidos, así como la creación de
un sistema nacional de verificación de estos parámetros.
Según
la referencia del Consejo, para que un biocarburante pueda ser
considerado como sostenible tiene que reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero al menos en un 35 por ciento respecto al carburante
fósil que sustituye (gasolina o gasóleo).
La normativa europea
establece que estos biocarburantes no pueden provenir de cultivos
situados en tierras con un elevado valor en cuanto biodiversidad, como
por ejemplo bosques o zonas protegidas, ni de terrenos con elevadas
reservas de carbono, como zonas arboladas o humedales.
Añade la
nota que el objetivo de la Unión Europea es que un 10 por ciento de la
energía consumida en el transporte sea de origen renovable en 2020,
específicamente procedente de biocarburantes o biolíquidos.
La
UE ha establecido además un mecanismo de comprobación de dicho objetivo
a través de la implementación de sistemas de verificación, cuya
aprobación se incluye en este Real Decreto.
También se ha
incorporado lo previsto en la normativa comunitaria en relación al
valor doble de determinados biocarburantes procedentes de deshechos
para el cumplimiento de los objetivos obligatorios en materia de
energías procedentes de fuentes renovables en el transporte.