La firma Coalsa fusiona desde 2009 las actividades de seis cooperativas algodoneras andaluzas.
La firma Coalsa -que fusiona desde 2009 las
actividades de seis cooperativas algodoneras andaluzas- mejorará sus
volúmenes de procesamiento y desmotará entre 30 y 40 millones de kilos
esta campaña, frente a los 28 millones de kilos transformados en la
anterior.
Así lo ha adelantado el presidente de
Coalsa, Jesús Valencia, quien augura buenas perspectivas para el
cultivo tanto en términos agronómicos como de rentabilidad para los
productores durante esta campaña de recolección, que se inicia en
septiembre y dura hasta mediados de octubre.
Del algodón
desmotado, Coalsa obtendrá un 33 % de rendimiento en fibra y un 20 % de
semillas de algodón, que destinará al mercado de la alimentación
animal, ha precisado Valencia.
Coalsa integra en su sede de la
Cooperativa Las Marismas de Lebrija las actividades que hasta entonces
realizaba ésta y otras cooperativas -Agroquivir (Trajano, Utrera); Las
Palmeras (El Trobal, Los Palacios); Coesagro (Écija); Productores del
Campo (Alcalá del Río) y Pinzón (Utrera)- y tiene capacidad para
transformar el 40 % de la producción nacional de algodón.
Esto
centro convierte el algodón bruto en utilizable, mediante el desmotado,
en el que las fibras de algodón se separan de las semillas que proceden
de las fincas andaluzas, y se suma a las empresas homólogas en
Andalucía que siguen abiertas tras el proceso de reestructuración del
cultivo de 2008 (llegaron a existir una veintena): Dafisa, Surcotton,
Eurosemillas, Comasa, Indesa y Algosur.
La fusión de la
actividad algodonera surgió como consecuencia del último proceso de
reestructuración del sector al que obligó la Unión Europea (UE), con el
objetivo de optimizar los costes y la logística que supone la actividad
de todas estas cooperativas desmotadoras.
Valencia, quien
también preside el Comité Consultivo de Algodón de la Unión Europea
(UE), ha asegurado que la campaña se plantea "relativamente bien" en
comparación con años anteriores porque se han autorizado materias
activas de forma provisional para controlar las plagas y porque el
precio en el mercado de la fibra en el mercado internacional acompaña.
"Todo apunta a que será una campaña muy bonita; como hacía años que no ocurría", ha destacado.
Los precios de la fibra "son interesantes", se sitúan en similares
niveles que el año anterior y son sensiblemente mejores a los de hace
dos años, lo que "ha animado" las siembras.
En su opinión, se
"vuelve a reflotar" el cultivo y, con ello, la economía de la comarca
del Bajo Guadalquivir sevillana, donde se concentra el grueso de
producción nacional y muy dependiente de cultivos industriales como
éste, remolacha o tomate industrial.
Para Valencia, "el sector
vuelve a estar vivo este año" y "hay una enorme actividad", lo que se
notará en su opinión en la economía de la zona, el transporte, los
talleres, comercio y empresas.
Asimismo ha recordado que en la
campaña actual -la Consejería andaluza de Agricultura estima una
superficie de 67.200 hectáreas y avanza una producción de 171.000
toneladas-, la normativa autonómica sobre rendimientos ha contribuido a
que se produzca más y mejor.
La Junta andaluza obligará al
agricultor a lograr unos rendimientos de 1.000 kilos por hectárea para
poder cobrar la ayuda acoplada de la Unión Europea (UE) al cultivo -es
decir, la vinculada a la producción-, alrededor de 1.400 euros por
hectárea, lo que ha motivado a los agricultores a "cuidar" el cultivo.
Este año, Sevilla y Cádiz producirán 111.200 y 29.707 toneladas,
respectivamente, seguida de Córdoba (15.517 tm), Jaén (13.366 tm.) y
Huelva (1.653 toneladas), según datos de la Administración regional.
No obstante, se ha mostrado prudente porque todavía hay riesgos para el
cultivo, como posibles lluvias, la aparición de plagas como el gusano
rosado, o un cambio de ritmo en las cotizaciones mundiales que truncara
las altas expectativas de rentabilidad.
Por otra parte, también
ha asegurado que "corren buenos aires" para el cultivo del algodón en
las instituciones de la Unión Europea, lo que podría llevar a Bruselas,
a su juicio, a "no tocar" la cuantía de ayudas acopladas al cultivo en
la próxima reforma de la Política Agraria Común (PAC) post 2013.
España es el único país productor de la UE, junto a Grecia, en un mercado internacional dominado por China, EEUU e India.