La experiencia de la Reserva Biológica de Doñana ha sido determinante para que la comunidad sea la sede principal de este proyecto.
Andalucía acogerá una gran infraestructura europea de investigación medioambiental, denominada LifeWatch, cuya sede principal residirá en el campus de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y que contará con un presupuesto de 220 millones de euros, financiado por diversos países de la UE. El Ministerio de Ciencia e Innovación ha conseguido traer a España esta iniciativa, que se dedicará al estudio de la biodiversidad apoyándose en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Para la adjudicación de la sede principal de LifeWatch a España ha sido determinante la experiencia previa en esta materia de la Reserva Biológica de Doñana, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los trabajos de investigación vinculados a LifeWatch permitirán evaluar en un laboratorio virtual, mediante simuladores, el impacto del cambio global sobre determinadas áreas geográficas, así como las consecuencias del desarrollo urbanístico o de la instalación en su entorno de un núcleo industrial, entre otros ejemplos.
Para ello se procesará la información existente sobre la flora y la fauna de un territorio y de sus condiciones ambientales asociadas, y se aprovecharán las TIC para analizar diferentes escenarios temporales e implementar las medidas medioambientales más eficaces para preservar su biodiversidad.
El proyecto se apoyará en redes ya existentes basadas en las TIC, además de contar con nuevas instalaciones informáticas para el almacenamiento y la integración de los datos. Todo ello permitirá desarrollar nuevas herramientas de análisis para estudios medioambientales.
El
trabajo realizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en la
negociación con sus socios europeos, el interés de las empresas
españolas relacionadas con el sector de las TIC, así como las buenas
comunicaciones para el transporte de personas y la transferencia de
datos de Sevilla, fueron también aspectos decisivos para que todos los
países apoyaran la candidatura española.
LifeWatch servirá también para
apoyar la toma de decisiones de los gestores ambientales y para
desarrollar políticas vinculadas a la conservación de la biodiversidad.
Ocho países colaboradores
Ya
son ocho los países europeos que han manifestado su interés en
participar en la construcción de LifeWatch: Suecia, Grecia, Finlandia,
Hungría, Rumanía, Holanda, Italia y España. Los cinco últimos son los
que se han comprometido a trabajar desde la fase inicial en el
proyecto, aunque únicamente España, Italia y Holanda albergarán las
instalaciones comunes de la infraestructura.
España,
además de ser la sede principal, administrativa y legal, contará con
las instalaciones centrales relacionadas con las TIC, lo que servirá de
impulso para el desarrollo de este sector en el país. Holanda acogerá
un centro de investigación e innovación de tecnologías de la
información, e Italia alojará un centro de servicios.
Los
ocho países implicados ultiman ahora los estatutos de la
infraestructura con el fin de que se constituya como un ERIC (European
Research Infrastructure Consortium), figura legal recogida en la
normativa comunitaria especialmente diseñada para las infraestructuras
científicas.
LifeWatch está
incluida en la hoja de ruta de centros de investigación del Foro
Estratégico Europeo para las Infraestructuras de Investigación (ESFRI,
en sus siglas en inglés). La sede andaluza, que se prevé que esté
terminada en cinco años, será la primera ubicación principal de una
instalación ESFRI que se construye en España.
El proyecto LifeWatch se suma al proyecto EU-Solaris como referencia europea en ámbitos como el medio ambiente y las energías renovables. La aprobación de estos proyectos supone el reconocimiento del liderazgo que en ambos sectores ejerce Andalucía y España, y particularmente la infraestructura científica singular que es la Estación Biológica de Doñana y la Universidad Pablo de Olavide.