Esta tendencia a la baja en el consumo hace "poco probable" una recuperación del precio de los mismos.
La entidad de análisis del comercio pesquero mundial Globefish [1],
organización adscrita a la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), prevé un descenso de la demanda de
especies pesqueras que habitan en los fondos marinos como el abadejo,
el bacalao o la merluza.
Ha señalado que esta tendencia a la
baja en el consumo hace "poco probable" una recuperación del precio de
los mismos, y que las capturas de estas especies se incrementarán
durante los meses de invierno a nivel mundial, como resultado de la
buena recuperación de las principales zonas pesqueras.
En su
análisis, Globefish ha remarcado el retroceso de los precios pagados
por estas especies desde el inicio de 2010 como resultado de la fuerte
competencia de otras clases de pescados blancos como la panga.
Indica también que el cambio de la normativa europea para luchar contra
la pesca ilegal y no declarada ha puesto "dificultades" al suministro
de algunos bentónicos.
Del mismo modo, destaca la decisión de
la cadena de hamburgueserías McDonald's de reemplazar el abadejo por
eglefino como principal ingrediente en la elaboración de sus productos
de pescado, tras el recorte del 18,5% de la cuota de capturas de
abadejo en Estados Unidos.
Reseña también la creciente
implantación de la panga como materia para elaborar los tradicionales
fish and chips en los restaurantes británicos, lo que ha provocado un
incremento del 60% en las ventas de este producto en el Reino Unido.
En este contexto, el informe destaca que la demanda europea de
bentónicos es "muy baja", situándose por debajo de la oferta, lo que
"probablemente liderará una caída de precios".
Los productores
de valor añadido alemanes e ingleses se centran en la oferta de
abadejo, lo que no evita el retroceso de las importaciones de esta
especie, frente al incremento de la entrada de bacalao y merluza por
las fronteras europeas.
Por su parte, Estados Unidos muestra
unas importaciones estables de bacalao y abadejo, con precios a la
baja, y un alza en la cotización de los filetes de merluza.