Se pretende que Doñana -como un gran banco de biodiversidad- contribuya con sus insectos y organismos a la lucha biológica en las plantaciones.
El Ayuntamiento de Almonte ha iniciado
un estudio que busca hallar organismos autóctonos de la zona de
Doñana que controlen de forma natural a pulgones y otras especies
dañinas para el cultivo de las berries, dentro de planteamientos
naturales y ecológicos, y descartando de manera absoluta los
insecticidas.
Según ha informado el Consistorio, se van a inventariar todos los
animales que pertenecen a los ecosistemas de Doñana, con el fin de
conocer cuál es la materia prima con la que se cuenta, para la lucha
contra las plagas en frutos rojos.
Además, se medirá la eficacia y capacidad de determinados
insectos, lo que dará pie a una segunda fase de reproducción de
estos controladores biológicos de plagas.
La iniciativa ha echado a andar gracias a una subvención
facilitada por la Fundación Biodiversidad, que alcanza el 56 por
ciento del coste previsto.
Además, se han sumado a la idea las Delegaciones Provinciales de
Agricultura y Medio Ambiente, las oficinas del Entorno de Doñana,
Fundaciones como Doñana 21 y Andanatura, empresas privadas y el aval
del científico Juan Pérez Mercader.
La lucha biológica en las plantaciones aporta en la actualidad
magníficos resultados, aunque los productos que llegan a los
invernaderos almonteños proceden de Holanda, y cuentan con un
elevado coste.
La dificultad que trata de salvar este estudio es atraer a los
"bichitos" hasta los cultivos, por ejemplo, mediante una vegetación
auxiliar anexa a las plantaciones y cuya floración funcionase como
un reclamo para dichos insectos, de manera que fijasen poblaciones
estables cuyo alimento fuesen, precisamente, las plagas.