Este descubrimiento abre las puertas a la identificación de genes responsables de la virulencia de esta bacteria.
Investigadores de la Universidad
Pública de Navarra (UPNA), Universidad Politécnica de Madrid (CBGP),
Universidad de Málaga, University of Wisconsin y del Instituto
Valenciano de Investigaciones Agrarias han logrado secuenciar el
genoma de la bacteria responsable de la tuberculosis del olivo.
El trabajo, incluido en el número de junio de la revista
"Environmental Microbiology", supone la primera secuenciación del
genoma de una bacteria patógena llevada a cabo en España y aporta el
primer genoma conocido en el mundo de una "pseudomonas" patógena de
plantas leñosas, según ha indicado en un comunicado el centro
académico navarro.
Por parte de la UPNA han participado en el proyecto los
investigadores del departamento de Producción Agraria Jesús Murillo
Martínez y Leire Bardaji Goikoetxea.
Éstos han explicado que haber secuenciado el genoma de este
patógeno abre las puertas a la identificación de genes responsables
de la virulencia de esta bacteria y de su supervivencia en la
filosfera (superficie de las hojas), lo cual facilita diseñar
estrategias específicas para luchar contra la enfermedad y poder
elaborar programas de mejora genética del olivar.
Dicha fuente ha informado de que Pseudomonas savastanoi es el
agente que causa la tuberculosis del olivo, una enfermedad que
produce importantes pérdidas en los olivares en España.
Los árboles afectados, que presentan tumores (conocidos como
verrugas) que pueden llegar a alcanzar varios centímetros de
diámetro en troncos, ramas, tallos y brotes, tienen menos vigor y un
crecimiento reducido, pudiendo llegar a ser improductivos si el
ataque de la enfermedad es muy intenso.
Hasta la fecha, debido a la ausencia de métodos eficaces de
control, se han seguido estrategias preventivas reduciendo las
poblaciones de bacterias con tratamientos fitosanitarios.
Las enfermedades vegetales producidas por microorganismos
patógenos no sólo disminuyen la producción sino que pueden alterar
la calidad de los alimentos y disminuir drásticamente el valor
comercial de las cosechas.
Las nuevas estrategias para el control de enfermedades, según los
investigadores navarros, pasan en la actualidad por el análisis de
la información contenida en el genoma de los organismos patógenos.
De forma similar a lo que ha ocurrido con el genoma humano, esta
tecnología genera una gran cantidad de información valiosa para el
desarrollo de tecnologías innovadoras, que podrán permitir
identificar y controlar al patógeno así como obtener nuevas
variedades de la planta huésped que muestren mayor resistencia a la
enfermedad