El pleno de la Eurocámara reclamó ayer que los comedores escolares distribuyan más leche, productos lácteos, hortalizas y fruta, así como que se impartan más programas de alimentación sana para los más pequeños.
Son algunas de las prioridades que dejaron claras los eurodiputados de cara a negociar el futuro programa de hábitos saludables para las escuelas europeas en un informe aprobado por amplia mayoría del hemiciclo.
"Comer sano es un hábito que se adquiere desde la infancia y, por eso, la UE y los Estados miembros deben hacer y gastar más para animar a los niños a consumir alimentos locales y saludables", dice el texto.
"Una dieta sana y equilibrada es fundamental para contar con buena salud. Pese a ello, el consumo de fruta, hortalizas y leche está disminuyendo en toda la UE, con consecuencias negativas para los ciudadanos", añade.
Dentro de esa dieta sana por la que abogan los eurodiputados debería estar "incorporar productos lácteos cuyos efectos beneficiosos para la salud de los niños están demostrados, como queso, requesón y yogur", señalaron.
Además, exigieron a los países de la UE que destinen entre el 10% y 20% de los fondos comunitarios recibidos a actividades educativas, para promocionar hábitos de alimentación saludables y luchar contra el desperdicio de comida.
Por otro lado, reclamaron destinar 20 millones de euros adicionales al año para el reparto de leche y otros productos lácteos, hasta situar la dotación para leche y sus derivados a 100 millones, mientras que para fruta y hortalizas el presupuesto anual será de 150 millones.